Los persas y la nueva política: alcohol y Heródoto

Desde luego nos encontramos en mitad de una legislatura difícil. Las últimas elecciones (entiéndase por últimas todas las que ha habido desde 2015, que no son pocas), nos han dibujado un panorama parlamentario que ha hecho las delicias de Ferreras y su pactómetro, y nos ha dado una cantidad de sinónimos de la palabra acuerdo que no conocíamos hasta ahora. Ciertamente se hace necesario el diálogo y la negociación, pero, ¿cómo hacer que personas de posturas tan distantes políticamente se entiendan entre sí para sacar adelante un país?
Los persas encontraron la respuesta hace milenios: emborrachándose.
Pues sí, si atendemos a lo que sobre los persas nos cuenta el historiador griego Heródoto, resulta que recurrían al alcohol con asiduidad para llegar a acuerdos y negociar. Según dice el historiador en el capítulo I de su Historias: “Suelen discutir los asuntos más importantes cuando están embriagados […]. Asimismo lo que hayan podido decidir provisionalmente cuando están sobrios, lo vuelven a tratar en estado de embriaguez”.
En realidad es una fórmula original: vamos a hablar las cosas, pero vamos a hablarlas dos veces. La primera estando sobrios y la segunda estando borrachos, y si llegamos a la misma conclusión es que es la buena, y si no, pues nos hemos echado unas risas. Lo malo sería como la discusión fuera muy acalorada y alguno hubiera bebido hasta desinhibirse…


"Vamos a tomar una copa y lo hablamos tranquilamente..."

Pero no temas, que también a estos pormenores nos responde Heródoto, que afirma que a los persas “no les está permitido vomitar ni orinar en presencia de otro. Esta regla, por cierto, es rígidamente observada”. Vamos, que al menos no montarían un espectáculo desagradable.
Bueno, seamos coherentes: ¿Cómo te vas a creer lo que diga Heródoto? Él mismo nos cuenta que los chinos tenían cabeza de perro y que los indios tenían el semen negro, ¿qué validez va a tener su testimonio? Muchas veces hemos hablado de los peligros de tomarse al pie de la letra las fuentes antiguas… pero es que sería tan gracioso ver a Montoro completamente borracho negociando los presupuestos… los resultados probablemente no diferirían demasiado.
No obstante hay que señalar que Heródoto no es el único que hace mención a esta costumbre, y que tampoco los persas son los únicos relacionados con estas prácticas. También Tácito hace alusión a la costumbre de los germanos de debatir las cosas completamente ebrios.
Así que quizá no sea tan disparatado ver en la próxima sesión de control a un parlamentario asomado a la tribuna alzando una copa y, como ya hiciera algún otro diputado ebrio en el siglo XIX, declarando: “Era costumbre entre los antiguos persas…”.


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1 comentario:

  1. Heródoto es mucho de exagerar las cosas, pero, ¿ no podría ser cierto que los persas en las negociaciones, para evitar que el ambiente estuviese demasiado tenso sirvieran y tomaran vino, aunque no tanto como para emborracharse?

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