La 101.ª aerotransportada va a la universidad (o cómo el racismo alcanza altos grados de perversión)

Dwight D. "Ike" Eisenhower hablando con
miembros de la 101 aerotransportada antes del Día-D
A veces el absurdo no es gracioso, sino tan sólo ridículo. Eso a veces nos lleva a pensar: '¿publicamos esto? Maldita la gracia que tiene'. 

Pero esto se llama Ad Absurdum, y qué mejor que aprender de la historia lecciones tan importantes como la que vamos a leer, ¿no? Bueno, ¡allá vamos!



Este episodio transcurre en Little Rock, Arkansas, Estados Unidos. Estamos en 1957, y el Movimiento por los Derechos Civiles comenzó hace dos años, tras el asesinato de Emmet Till, y las acciones de Rosa Parks y el boicot a los autobuses de Montgomery (1955-6).

La crisis de Little Rock sería otro momento clave.
El sistema educativo se dividía en dos: negros por un lado, blancos por otro. Pero en 1954 la Corte Suprema de EE.UU. declaró que esta segregación era inconstitucional, y el proceso de integración comenzó. Poco a poco, sin mucho estrés.
TRES años después, en 1957 el comité escolar de Little Rock votó a favor de integrar el sistema (lo cual es sorprendente: la Corte Suprema ya lo había hecho, pero bueno, sigamos).
Así pues, nueve alumnos afroamericanos decidieron asistir al Central High School, pero esto no fue bien recibido por todos.
Eckford, acosada.
Los "Little Rock Nine" sufrieron ataques y abusos por parte  de otros estudiantes y miembros del partido Demócrata, que encabezaban las protestas contra la integración (sí, el partido de Obama y Bernie Sanders, no el de Trump: las cosas cambian).

La escalada de tensión alcanzaría un acontecimiento asombroso: el gobernador Orval Faubus (demócrata) dispondría una barrera definitiva frente a los estudiantes afroamericanos el 4 de septiembre de 1957: la Guardia Nacional.
La Guardia Nacional de Arkansas se pone del lado de los segregacionistas

Esta orden lo haría chocar con alguien que estaba por encima: el presidente Eisenhower, que si bien no estaba entusiasmado con la idea de acabar con la segregación, estaba determinado a cumplir con la resolución de los tribunales.

Había que acatar la orden, pero había un problema: la Guardia Nacional. De acuerdo con las leyes, el Gobernador de cada Estado es el Comandante en Jefe de la Guardia Nacional, y esta sirve como fuerza militar de voluntarios para, en principio, ahorrar la intervención de cuerpos militares dentro de territorio estadounidense.

PERO.

El presidente tiene vastos poderes, entre ellos, federalizar la Guardia Nacional. Sería el alcalde de Littler Rock, Woodrow Wilson Mann, quien enviaría un telegrama al presidente para que tomase partido.

Eisenhower federalizó la Guardia Nacional de Arkansas y, por si acaso, envió a los militares. Pero no a unos cualquiera, sino a 1.000 miembros de la 101 aerotransportada. 

Los militares recogieron a los "Little Rock Nine" y los escoltaron hasta sus clases (en la foto se puede ver a Brown), y montarían guardia para evitar mayores problemas, supervisando así toda la actividad del centro mientras los manifestantes miraban y la policía y Guardia Nacional se echaba a un lado protestando.


Esa noche el presidente Eisenhower hablaría a la nación por televisión explicando la acción y defendiendo el gobierno de las leyes contra las "leyes de la calle" y la "anarquía".
Utilizar a una de las divisiones de élite más honradas del ejército no fue casual, sino una demostración de la fuerza y el deber contra los perturbadores de la paz.
Las protestas enfrentaron a manifestantes y militares, que calaron sus bayonetas y las apuntaron contra los manifestantes.



Una de las estudiantes, Brown, diría: "Por primera vez en mi vida me sentí como un ciudadano americano". 
Sería genial que concluyese la historia con un "Y todos fueron felices", pero esto fue el inicio de un año de abusos e insultos. Melba Pattillo, de 15 años, fue atacada con ácido  en los ojos (más tarde escribiría "Los guerreros no lloran: una memoria devastadora de la integración en el Central High de Little Rock"). A ese año le seguirían otros tantos de lucha, y este episodio se convertiría en uno de los más importantes por la lucha de derechos civiles, que no veía en este momento más que sus inicios y que, pese a que en este caso vería a ciertas fuerzas del orden de su lado, no siempre sería así. Brown sería atacada en numerosas ocasiones hasta que, de hecho, fue apartada del centro el resto del año, y enviada a otro de Nueva York.
El gobernador Faubus luchó durante dos años y medio contra las leyes anti-segregación, llegando a cerrar escuelas para evitar que alumnos negros y blancos acudiesen juntos. Después convocó un referendum para votar a favor o en contra de esa acción, y la mayoría apoyó a Faubus. Ese año se llamó "el año perdido".
La comunidad negra fue culpada por el cierre de las escuelas y se desató la violencia. Los profesores fueron obligados a jurar lealtad (sí, tal cual) a las leyes de Faubus.

Woodrow Wilson, el alcalde del telegrama, perdería el puesto en 1957, mientras que Faubus fue reelegido varias veces hasta 1967.
Cerramos con una fotografía que simboliza mejor que nada la reductio ad hitlerum (o falacia de asociación), que explicamos aquí, y que, oye, no pasa de moda, y hoy día sigue dando la tabarra.
Manifestantes en Little Rock. Carteles: "La mezcla racial es comunismo"
Referencias:
  • Melba Pattillo Beals, Warriors Don't Cry: A Searing Memoir of the Battle to Integrate Little Rock's Central High.
  • Juan Williams, The Legacy of Little Rock, en Time.
  • David Margolick, Throuh a Lens, Darkly, en Vanity Fair.
  • Civil Rights: The Little Rock School Integration Crisis, en los archivos de Dwight D. Eisenhower de la Presidential Liberary, Museum and Boyhood Home.
  • Guardians of Freedon. Operation Arkansas, 1957, en army.mil.


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