El papel de San Marino en la Segunda Guerra Mundial

San Marino es, según Wikipedia, el Estado soberano más antiguo del mundo (seguro que sí), tras independizarse del Imperio Romano en el año 301, sin embargo tal legitimidad no va en consonancia a su tamaño ni relevancia internacional: con una superficie de 61 Km2, San Marino es uno de los países más pequeños de Europa, y su insignificancia le ha obligado a una tradicional neutralidad en aras de su propia supervivencia. Pero las circunstancias de la Segunda Guerra Mundial, le obligaron, como ya vimos en el caso de Andorra, a romper esa neutralidad y declararle la guerra a la mismísima Alemania...
El pequeño país, que había permanecido neutral hasta entonces, fue invadido por el ejército alemán en 1944, coincidiendo con el momento en que el Reich tomó la decisión de controlar militarmente el norte de Italia tras la caída de Mussolini. Hay que pensar que San Marino es un país que se invade casi sin querer... y pasó.
Pero la invasión duró poco, pronto el avance de los aliados desde el sur de la península Italiana obligó a los alemanes a retirarse del pequeño estado, y, al parecer, los sanmarinenses, henchidos de orgullo, se dejaron llevar por la celebración, y decidieron declarar la guerra formalmente a Alemania.
Sin embargo, en San Marino no contaban con un nuevo avance alemán, y gozaron de independencia apenas unas semanas: Alemania consiguió reorganizar las tropas y orientarlas hacia la expulsión de los aliados de territorio italiano. Aunque no alcanzaron su objetivo, sí que lograron ralentizar el avance aliado, e incluso un pequeño repliegue hacia el Sur, dejando San Marino en manos de las tropas alemanas de nuevo. Ante esta realidad, las autoridades sanmarineneses decidieron dar marcha atrás: llamaron por teléfono a las fuerzas del Eje para comunicar su rendición incondicional y el abandono de la guerra.
Ya en 1945, los aliados lograron liberar la ciudad-estado de manos alemanas. Inmediatamente, ante la visión de las tropas alemanas retirándose, los sanmarinenses se volvieron a dejar llevar por las emociones y levantaron el teléfono de nuevo, pero esta vez para volver a declarar la guerra formalmente. Tentados debieron estar los alemanes de darles un buen susto girándose, pero no estaban en posición de hacerlo, y San Marino fue, oficialmente, uno de los países vencedores en la Segunda Guerra Mundial pese a sus escasos méritos.

A todo esto... ¿tiene ejército San Marino? Pues lo peor de todo es que resulta que sí que tiene. Pese a tener apenas 33.000 habitantes, el minúsculo país tiene ejército propio, ahora bien, es un ejército hecho a medida, que en el mejor de los casos ha alcanzado el millar de efectivos, por lo que tiene más un carácter simbólico y ceremonial, y desempeña labores de vigilancia en las fronteras y policiales. La defensa del país está, en realidad, en manos de las Fuerzas Armadas italianas en base a los acuerdos firmados entre ambos países.

HERNÁNDEZ, J. (2008): 100 historias secretas de la Segunda Guerra Mundial, ed. Roca Editorial de Libros, S. L., Barcelona.


Esta entrada forma parte del especial Segunda Guerra Mundial. Más información aquí.

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