Huelgas sexuales: no peace, no sex

El sexo mueve a las personas, en primera instancia con la intención egoísta de que cuando no estemos quede alguien detrás para impedir que el vecino se lleve nuestras ovejas, y en segunda instancia para darse un gustillo.
Muchas vueltas se han dado en torno al tema, y nos gusta machacarnos (también, eso también) citando a Electra o Edipo, y en general se le da demasiadas comidas (que sí, que también) de cabeza a algo tan sencillo como introducir un algo en otro algo.


Pero el problema DE VERDAD es cuando no hay sexo.
Y la ausencia de sexo puede ser una buena herramienta de presión (hoy estamos con los dobles sentidos que nos lucimos). Mientras que la leyenda urbana dice que los japoneses para hacer huelga lo que hacen es trabajar más, la realidad nos llega con forma de huelga sexual.
En Wikipedia (te alabamos, óyenos) nos han hecho un favor organizando por años las huelgas de estas características, comenzando desde 2003 aunque mostrando un curioso antecedente.
En el año 411 a. C., en un rincón de Grecia, Aristófanes, que era un cachondo, escribió "Lisístrata". En esa comedia antimilitarista, las mujeres, encabezadas por Lisístrata, se niegan a mantener relaciones sexuales con sus maridos hasta que se terminase la Guerra del Peloponeso.

Fragmento del juramento inicial
Lampito, todas las mujeres toquen esta copa, y repitan después de mí: no tendré ninguna relación con mi esposo o mi amante.
Aunque venga a mí en condiciones lamentables.
Permaneceré intocable en mi casa.
Con mi más sutil seda azafranada.
(...)

Erectos, los hombres no podrán más que ceder a las exigencias de sus señoras.
Pero no sólo en la ficción aparece este curioso fenómeno.
En 2003, en Liberia, tras 13 años de guerra, Leymah Gbowee encabezó una huelga con el siguiente lema: "No peace, no sex". Con el fin de la guerra tanto ella como Tawakkul Karman y Ellen Johnson-Sirleaf (actual presidenta del país) fueron premiadas con el Nobel de la Paz.
Las huelgas de piernas cruzadas llegaron a Togo (2012) para intentar echar al presidente, a Filipinas (2011) con la intención de terminar con la violencia entre dos pueblos, e incluso a Kenia (2009), donde se movía en las más altas instancias, pues venía de la mano de las esposas del Presidente y del Primer Ministro. En Bélgica (2011), el país de la magia y el absurdo (sólo por detrás de Australia), Marleen Temmeran, senadora socialista, la propuso para presionar por la formación de un gobierno tras 241 días sin un gabinete (al final sólo tardaron 541 días en formarlo. Las cosas de palacio van despacio).

Y ahora lanzamos una pregunta: ¿y los hombres?
Parece que "hombres" no casa (o no folla) con "huelga sexual".

REFERENCIAS:

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