Todo para la URSS, pero sin la URSS (1)

Hoy tocaba hablar de Putin, pero hemos preferido remontarnos a su antecesor en el puesto para comentar una cosilla de nada. La semana que viene, la segunda parte...

De todas formas, no podemos resistirnos a poner esta fotografía:

Llegaba a su final 1999 y este hombre de pelo blanco gobernaba Rusia:

Bueno, al menos entre copa y copa.
Sería al final de ese año cuando decidiría dimitir en favor de Vladimir Putin, del que ya hablaremos.
Pero remontémonos a 1993.
El 21 de septiembre de ese año el presidente Boris Yeltsin decretó la disolución del Congreso. ¿Por qué? Básicamente, porque le molestaba. los señores que habitaban ese lugar no estaban dispuestos a votar a favor de sus reformas liberales, así que tenía que sacar la espátula y arrancarlos de sus asientos.
No importaba que su decreto fuera ilegal según la Constitución vigente ni que el pueblo protestase contra el gobierno de Yeltsin. Al menos, no si tienes de tu lado al ejército. Pese a ser depuesto por el Congreso, Yeltsin dio el grito de ¡¡A las armas!!
Típico soldado ruso de maniobras
Tras una semana de resistencia de los congresistas, se ordenó el bombardeo.

Podría una foto de cuando a los de Gandia Shore se les va la cosa de las manos, pero no.
Los muertos se cuentan entre 187 y 1500 entre el asedio a la "Casa Blanca", como se la conocía y la represión en las calles.

Tampoco miréis mal a Yeltsin. Esa forma de hacer política no la inventó él precisamente...
Bien visto, Yeltsin tenía el apoyo de la Iglesia, por lo que no podemos decir que fuera un método poco ortodoxo.

¡La semana que viene la segunda parte!

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