Adrián Rosell Lucas

Nacimiento: 14 de diciembre de 1989, Alhama de Murcia.

Estudios: graduado en Historia por la Universidad de Murcia y máster en Identidad Europea Medieval por la Universitat de Lleida (OJO). Además es técnico informático, o eso dijo mientras desmontaba los ordenadores de la sede de Ad Absurdum para llevarse unas piezas que según él "no necesitábamos".


En Ad Absurdum: es nuestro primer y único colaborador oficial. Trabaja para nosotros en régimen de semiesclavitud redactando entradas en cuotas accesibles (unas 30 semanales), y genera contenidos multimedia para nuestras redes sociales en forma de memes y gifs. No ha hecho más que llegar y ya quiere ser manumitido. Bueno, no, en realidad no quiere, eso es lo raro, al parecer tiene alguna variante del Síndrome de Estocolmo que le hace vivir feliz sirviendo a sus amos y siendo explotado, pero por suerte no sabe lo que es Amnistía Internacional, la cual sin duda sí nos obligaría a mejorar sus condiciones laborales.

Temas preferidos: la Edad Media en toda su expresión e ideología, de la cual defiende que para nada fue una época oscura y de retroceso como reza el tópico, sino que incluso supera en muchos aspectos a nuestros bárbaros y despiadados tiempos actuales. De la Edad Media ama más concretamente los mundos vikingo (del que es uno de los mayores expertos que conocemos) y bizantino. Para más señas hemos de decir que apunto estuvo de adherirse a una secta odonista albaceteña que captaba gente en Murcia, pero por suerte, y gracias a todos los Æsir del Asgard, conseguimos persuadirlo de que no era una buena idea, evitando así que abandonara nuestro pacífico redil. También ama la historia de la conquista de América y a Juana de Arco.

Otras pasiones: tiene dos grandes fetiches: Francia, a la que lo ata un vínculo sentimental en forma de mujer, y Escocia, a la que lo ata su amor por las faldas de cuadros. Imita con perfección a las ardillas, y una de sus aspiraciones en la vida es liderarlas en combate por la gloria de Escocia. Le encanta guiar a sus compañeros de clase, y sin embargo amigos, en expediciones alocadas a lo largo y ancho de sierras ignotas. A este querido especimen de alhameño le gusta decir cada vez que nos lleva a Sierra Espuña a reventarnos vivos que esos son sus dominios, y, que si no lo son, sin duda algún día lo serán por lo civil o lo criminal.

Odia: El amoniaco y a la Humanidad en general, a veces se refugia en su cueva cual sabandija y desde allí berrea improperios contra sus semejantes. En ocasiones emerge para fotografiar atardeceres.

¿Dónde encontrar a Adri?
Pese a ser técnico informático es lo más parecido a un amish que te puedes encontrar en la Región de Murcia, así que podéis hallarlo con probabilidad en lo alto de alguna montaña a la que solamente se pueda acceder haciendo campo a través, donde estará hablando con Dios y comiendo castañas.

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