Un trabajo de mierda en la corte inglesa

IlustraciĆ³n de Glen McBeth que
representa al Groom of the Stool
En muchas ocasiones hemos hablado en este mismo blog sobre oficios curiosos, pero nunca antes habĆ­amos hablado de un trabajo de mierda, al menos nunca de una forma tan literal. Hoy os presentamos al Groom of the King’s Close Stool, o como dirĆ­amos en castellano el "limpiaculos real".
Efectivamente el Groom of the Stool fue un puesto creado en la Inglaterra del siglo XVI y que consistĆ­a, bĆ”sicamente, en la limpieza de las posaderas reales tras el descomer. En realidad no serĆ­a justo simplificar tanto este oficio, pues implicaba muchas mĆ”s cosas: acarrear con la “silla retrete”, toallas y palanganas; controlar los horarios del esfĆ­nter real y organizar la agenda en base a Ć©l, pero ademĆ”s debĆ­a ser una persona de una cierta cultura para poder dar conversaciĆ³n al monarca durante esos intensos e Ć­ntimos momentos.



La "silla retrete" era algo parecido
a lo que sale en Los Simpson, pero
un poco distinta...


AsĆ­ pues, no caiga el lector en el error de ver al limpiaculos real como un pobre plebeyo desgraciado (valga la redundancia), sino que, muy por el contrario, tal puesto era un privilegio al que solo tenĆ­an acceso algunos miembros de la nobleza (duques, marqueses, condes y sus familiares). De hecho en torno a este oficio se construyĆ³ todo un aparato de ascenso social y polĆ­tico. Muchas familias que buscaban ascender en la jerarquĆ­a inglesa trataban de colocar desesperadamente a alguno de sus miembros en tan codiciado puesto.
Nuestra siempre amada Wikipedia alberga en la pĆ”gina en inglĆ©s dedicada a este cargo todo un listado de personajes que lo han ostentado, y resulta muy revelador, pues todos ellos son ademĆ”s Sir, marqueses, condes… Pero lo mĆ”s interesante, en realidad, es el destino de algunos de ellos: asĆ­, por ejemplo, el primer limpiaculos del rey Jorge III fue nada mĆ”s y nada menos que el conde de Bute John Stuart, quien, tras un aƱo desenvolviĆ©ndose entre toallas y traseros, llegĆ³ a ser Primer Ministro britĆ”nico. Muchos otros llegaron a ser embajadores, ministros, secretarios de Estado, etc.
SĆ­, era algo asĆ­.
Y es que, aunque el primero en sentir la necesidad de tener a alguien junto a Ć©l en el momento de hacer de vientre fue el rey Enrique VII en los primeros aƱos del siglo XVI, el puesto del limpiaculos estuvo vigente hasta inicios del siglo XX, siendo Eduardo VII (1901-1910) el rey responsable de acabar con la tradiciĆ³n, y el primero en tener que volver a limpiar su propio ano, despuĆ©s de contar con al menos tres limpiadores durante su perĆ­odo como prĆ­ncipe de Gales.
Asƭ pues, durante estos siglos de existencia, fueron muchos los privilegiados que pudieron acariciar las posaderas reales, muchos los recompensados por ello, y, por supuesto, muchas las anƩcdotas. Por ejemplo, Enrique Norris, Groom of the Stool bajo el reinado de Enrique VIII, fue ejecutado por orden del monarca por excederse en sus funciones y acariciar las posaderas y otras partes del cuerpo de la reina Ana Bolena (aunque todo sea dicho, Enrique VIII no necesitaba demasiado para ejecutar a alguien).
El caso de Inglaterra es el mĆ”s sobresaliente por el nĆŗmero de personalidades que pasaron por tal trance y por los aƱos que estuvo vigente el cargo, pero tambiĆ©n encontramos esta responsabilidad en la Francia absolutista, donde el eufemismo empleado era el de “porte-coton” (porta-algodĆ³n), sin embargo, en el caso de Francia no encontramos un estudio tan pormenorizado.

En fin, no pretendemos extraer ninguna conclusiĆ³n de esta historia, pero desde luego nos parece una metĆ”fora magnĆ­fica para demostrar lo que hay que hacer en muchos casos para progresar.


------

APOYA A AD ABSURDUM:

Si lees nuestro blog, escuchas los podcast o sigues nuestra actividad de la manera que sea, y ademĆ”s resulta que te gusta, puedes apoyarnos ahora mejor que nunca adquiriendo nuestra nueva obra, Historia absurda de EspaƱa (pincha en el tĆ­tulo para saber mĆ”s). 
Por cierto, ahora tambiƩn te puedes apuntar a nuestra lista de correo para que te lleguen todas las entradas y algunas que otras sorpresas (en la columna de la derecha, arriba).

¡Gracias!

1 comentario:

Con la tecnologĆ­a de Blogger.