¡Aprende con la corrupción! (I)

Desde Ad Absurdum siempre hemos querido arrojar luz sobre las tinieblas, ser el faro que guíe vuestro conocimiento, el alfa y el omega de la divulgación, y aunque bien es cierto que no somos lo más ortodoxo del mundo creemos que no lo estamos haciendo mal. La cuestión es afilar cualquier información, cualquier temática, exprimirlas y sacarles el máximo pringue. Hablando de Historia y del absurdo es tremendamente fácil tal empresa, en ese sentido no tenemos ningún mérito (si es que lo tenemos en algo), pues siempre podemos hablar de cualquier rama del conocimiento y su "Historia" por muy dispar a la propia ciencia histórica que esta sea, como por ejemplo: Matemáticas e Historia de las Matemáticas, Medicina e Historia de la Medicina, consoladores e Historia de los consoladores. La cuestión es hablar por hablar de lo que sea y si podemos aportar algún dato curioso para hablar desde el conocimiento y que nos haga aumentar ese ente abstracto al que llamamos "cultura general" pues mejor.


Al señor Correa habría habido que atarlo más en corto.



Un tema que está a la orden del día y que es totalmente transversal a lo largo de la historia es el de la corrupción, inherente a la propia condición humana como animal político que somos. En las últimas décadas, y especialmente en el último lustro, España ha sufrido una plaga bíblica de casos de corrupción política llevada a cabo por distintos partidos, organizaciones, administraciones públicas y particulares, y con cada caso un nombre para referirnos a él: "Caso Gürtel", "Caso Pokemon", "Caso Púnica" o el "Caso Malaya" entre muchísimos otros. La utilización de estos nombres se inició en los 90 con la "Operación Nécora" en plena lucha contra los cárteles de la droga en Galicia (aunque quisieron ponerle Operación Mago, en honor a Baltasar Garzón) y desde ese momento estos han sido muchas veces fruto de la propia guasa y originalidad de los investigadores y cuerpos de seguridad, lo que será nuestro pretexto perfecto para comentar unas cuantas cosillas y divagar un rato:
Esas hombreras si que se merecían un proceso judicial.
  • Operación Abanico: llamada así por estar implicado en ella un integrante del grupo Locomía, famoso por sus hombreras y abanicos que llego a ser un icono gay de los 80. Al parecer traficaban con "popper", una droga sexual muy perjudicial para la salud.
  • Caso Emperador: se le dio este nombre a este caso de blanqueo de capitales y fraude fiscal por ser el apodo del principal implicado en esta trama, el empresario y mafioso chino Gao Ping, caso en el que también estuvieron implicados un concejal del PSOE de Fuenlabrada y el conocido actor porno Nacho Vidal. Chinos y asuntos turbios, un clásico.
Como cantarían los de antes: "Meeegalooomanía ♪ ♪"
  • Caso Fabra: El célebre presidente popular de la Diputación de Castellón es el protagonista de este caso de tráfico de influencias, cohecho y fraude fiscal. Carlos Fabra es famoso por haber "ganado" la lotería en varias ocasiones (algo para nada sospechoso...), por su escultura en el inédito aeropuerto de Castellón y por sus gafas de sol permanentes. Se dice que las gafas de sol tienen su origen en el siglo XII en China, siendo el primer lugar donde se desarrolló una técnica para ahumar los cristales de cuarzo con el objetivo de oscurecerlos. Estos cristales ahumados eran usados por los jueces chinos con el objetivo de ocultar la expresión de los ojos durante los juicios con el fin de ocultar cualquier evidencia sobre el veredicto final, vamos el mismo uso que le damos cuando jugamos al poker. 
El parecido de Fabra con el Dr. Nefario de Gru, mi villano favorito es inquietante.
  • Caso Gürtel: El cabeza de esta macrorred de corrupción política vinculada al PP conocida por todos es Francisco Correa, y "correa" en alemán es "gürtel". Una simple asociación de palabras para entenderse y ser discretos.
  • Caso Malaya: El famoso caso de corrupción marbellí de tiempos de Jesús Gil, Julián Muñoz y Juan Antonio Roca habría recibido el nombre de malaya en referencia a la tortura conocida como "gota malaya" o "gota china" consistente en colocar a la persona que queramos que confiese bajo un goteo constante de agua sobre su frente que lo haga enloquecer y confesar en última instancia. Dada la dificultad para hacer confesar y obtener información de implicados como Juan Antonio Roca recibió este nombre.
Durante estos días previos al Ciclo de Corrupción e Historia que estamos organizando en la Universidad de Murcia iremos publicando más entregas de "¡Aprende con la Corrupción!", por lo que esto continuará...



VERGARA, B., SAIZ-PARDO M. (2014): "De Gürtel a Púnica: cómo se bautizan las operaciones policiales", en El Correo.

M. C., (2010): "Quién bautiza las operaciones policiales", en La Razón.

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