"Tiene dos testículos y cuelgan bien"

HABET DUOS TESTICULOS ET BENE PENDENTES

Con esa frase se hacía referencia a los atributos papales o, por lo menos, a los atributos masculinos que el papa debía poseer para ser tal. Tal frase debía ser pronunciada por un joven diácono que certificaría la masculinidad papal metiendo su desafortunada mano por un agujero de la sedia stercoraria, un asiento especial con un segundo agujero por el cual el papa electo podía introducir sus solemnes gónadas. También se dice que se podría resumir diciendo solamente Testiculos habet o Habet!

El palpado papal

Señal de ingenio os he hallado en los filósofos griegos, y miembro pontifical en la silla de San Pedro 

 Don Francisco de Quevedo, hombre sutil donde los haya.

(...) y que es propio el pendón de los sacerdotes.

Que destierra de lo sagrado y se niega

y no podría ser papa ni tener grados

una persona que no sea nariguda.

Ludovico Dolce 

[traducción del autor]

Sedia Stercoraria (Museo Vaticano)

En ambos fragmentos se alude así a la leyenda por la cual fueron escritas estas líneas. En la última línea del segundo fragmento podemos observar una ingeniosa equivalencia nariz-pene. Hablamos de la papisa Juana, que supuestamente llegó a la cátedra de San Pedro allá por el siglo IX y fue descubierta sólo cuando dio a luz un niño en plena procesión. Por ello, desde ese momento el papa debía ser sometido a esta prueba. Esta leyenda se difundió mucho en la época:

(...) ay oy día una silla en el palacio sacro, abierta por lo baxo, para que se pueda ver encubiertamente si es hombre el que se elige.

Pedro Mexía

Sería el papa Adriano VI el que eliminase esa costumbre. ¿Tendría algo que ocultar?

No debemos olvidar que, en este caso, aunque graciosa, no deja de ser una leyenda.

BIBLIOGRAFÍA:

• CACHO CASAL, RODRIGO (2003): La poesía burlesca de Quevedo y sus modelos italianos, ed: Universidade de Santigo de Compostela.
• FRANCISCO DE QUEVEDO (1999): Poesía original completa, ed. J. Manuel Blecua, Barcelona, ed: Planeta.
• LUDOVICO DOLCE, "Capitolo del naso", en Opere I, f. 196v.
• PEDRO MEXÍA (1540), Silva de varia lección (I, 9).

WEBGRAFÍA:

http://www.vaticanhistory.de